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Qué pasó con los fondos ganaderos en Uruguay y qué podemos aprender

Qué pasó con los fondos ganaderos en Uruguay y qué podemos aprender

En los últimos meses, el sector de los fondos de inversión ganadera en Uruguay ha sido sacudido por una crisis financiera sin precedentes en la historia Uruguaya. Empresas reconocidas como Conexión Ganadera (con más de 20 años de historia), República Ganadera y Grupo Larrarte han reconocido problemas graves, dejando un déficit estimado de más de 300 millones de dólares, lo que afecta a miles de inversores que tenían su dinero allí colocado.

Es un caso sin precedentes en Uruguay y por ese motivo es que hemos decidido escribir este breve articulo.

Este caso no solo ha generado preocupación, sino que también ha puesto en evidencia los riesgos de invertir en sectores no regulados. A continuación, te explicamos qué ocurrió, cómo llegó a este punto y qué podemos aprender de esta situación.

¿Cómo funcionaban estos fondos?

Para aquellos que no están familiarizados con el tema, es importante entender cómo operaban estos fondos de inversión ganadera y por qué, aunque parecían confiables, resultaron no serlo en lo más mínimo.

Empresas como Conexión Ganadera, República Ganadera y Grupo Larrarte brindaban a inversores la oportunidad de incursionar en el negocio ganadero, sin necesidad de tener o gestionar ganado directamente.  En general la operativa era la siguiente:

  1. Inversión inicial: Los inversores aportaban dinero que las empresas utilizaban para comprar y manejar ganado bovino y ovino.
  2. Contratos de capitalización: Se firmaban contratos, con diversos plazos en donde se garantizaba una rentabilidad fija anual sobre el monto invertido, en dólares. Por ejemplo, República Ganadera ofrecía una rentabilidad anual del 10% a cambio del uso productivo del ganado durante ese período.
  3. Gestión del ganado: Estas empresas, se encargaban de todos los costos y acciones asociados al manejo de los animales, comprometiéndose a devolver al inversor el capital inicial más la rentabilidad pactada al finalizar el contrato.

¿Por qué parecían confiables pero no lo eran?

Aunque estas inversiones ofrecían rentabilidades atractivas y parecían seguras, varios factores contribuyeron a su funcionamiento durante mucho tiempo, y también fueron parte de su caida final:

  • Falta de regulación: Estas empresas no estaban reguladas por el Banco Central del Uruguay, por lo que las inversiones no tenían protección ni “seguro” ninguno contra posibles situaciones adversas. 
  • Modelos insostenibles: El éxito de estos fondos dependía de la continua entrada de nuevos inversores, al parecer se trataba de un esquema Ponzi (piramidal) en donde con la entrada de nuevos inversores, pagaban rentabilidades de los que ya se encontraban dentro del sistema. De esta forma mientras que siguieran ingresando inversores y todo funcionara “más o menos bien” se podía sostener. Además de depender de condiciones favorables, o no, en el mercado ganadero. Factores como la sequía y crisis de credibilidad (tras la caída del Grupo Larrarte) afectaron negativamente su operativa, generando pérdidas importantes.
  • Falta de transparencia: Hubo denuncias de actividades irregulares, como la falsificación de firmas en guías de ganado (utilizada para su trazabilidad) y venta de animales sin el consentimiento de sus propietarios, lo que generó por un lado desconfianza y por otro, problemas legales.
  • Publicidad en distintos medios y trayectoria en el mercado Uruguayo: estos dos aspectos fueron fundamentales para que la mayoría de los inversores percibieran a dichas organizaciones como confiables y seguras, aunque no hubiera un sustento real por detrás (según entendidos en el rubro ganadero). Esto llevó a que una gran cantidad de inversores (más de 4.200 en el caso de conexión ganadera) vieran las promesas de rentabilidad como reales y seguras.

Estas deficiencias estructurales y operativas llevaron a que, a pesar de las promesas de rentabilidad y seguridad, los fondos no pudieran cumplir con los contratos comprometidos, resultando en pérdidas significativas para los inversores.

¿Qué sucedió con los fondos?

1. Faltantes millonarios en los balances
El caso más notorio en este sentido es el de Conexión Ganadera, que admitió un faltante de 250 millones de dólares. Este déficit surgió porque los pasivos de la empresa (sus deudas) superaban ampliamente sus activos, dejando a más de 4.200 inversores sin respuesta clara sobre cómo recuperar su dinero. Hasta ahora las expectativas de los inversores y sus representantes, no son muy optimistas. Lo más probable es que no logren recuperar nada, o casi nada de su dinero.

2. Falta de regulación
El Banco Central del Uruguay (BCU) informó, y ya había advertido en varias oportunidades, que estos fondos operaban fuera del marco regulatorio. Esto significa que los inversores asumen un gran riesgo al no existir garantías que protejan sus ahorros en caso de que “todo reviente”.

3. Fallas estructurales en el modelo
El modelo de capitalización ganadera se basaba en re-inversiones constantes (esquema Ponzi a mi entender) y promesas de rentabilidad, que por otra parte los entendidos en el tema aseguran que es imposible obtener esa rentabilidad en ese rubro. Sin embargo, una combinación de deudas acumuladas, falta de transparencia y posibles malos manejos terminó colapsando el sistema.

4. Impacto directo en los inversores
Miles de personas que confiaron en estos fondos, atraídos por la estabilidad del sector ganadero y las tasas prometidas, junto con la “seguridad” de una trayectoria de más de 20 años en algunas de las empresas que ofrecían dichos fondos, ahora enfrentan pérdidas millonarias y un futuro incierto.

¿Qué podemos aprender de esta situación?

Este caso deja algunas lecciones claras para quienes buscan proteger su dinero:

Evitar inversiones no reguladas: Si un fondo o esquema no está supervisado por las autoridades financieras (entiéndase el Banco Central), el riesgo aumenta considerablemente.
Priorizar la seguridad sobre la rentabilidad: Las promesas de altas tasas de rentabilidad, en general vienen acompañadas de riesgos igual de altos.
Diversificar las inversiones: No poner todos los huevos en la misma canasta es clave para minimizar riesgos.

Invertir en bienes raíces, un opción segura y tangible.

Frente a la incertidumbre generada por los fondos ganaderos, el mercado inmobiliario se presenta como una opción sólida. Comprar propiedades brinda estabilidad, rentabilidad a largo plazo y una forma tangible de proteger dicha inversión.

En Once Once Bienes Raíces, trabajamos con inversores que buscan seguridad y respaldo en un mercado confiable. Nuestro equipo está a las órdenes para ayudarte a identificar oportunidades rentables y acompañarte en cada paso del proceso.

Conclusión

La reciente caída de los fondos ganaderos es un llamado de atención para todos los inversores. Elegir opciones seguras y respaldadas, como las propiedades  puede ser la mejor decisión para proteger el patrimonio a largo plazo.

Si querés explorar las oportunidades del mercado inmobiliario, contactanos, tomemos un café. En Once Once Bienes Raíces te ayudamos a tomar decisiones informadas y rentables.

Esperamos que este artículo te haya aportado valor e información para entender un poco mejor qué sucedió con este tipo de inversiones en Uruguay. Para más consejos y noticias sobre el mercado inmobiliario y Financiero en Montevideo, no olvides visitar regularmente nuestro blog e instagram aquí

Confía en Once Once Bienes Raíces para ayudarte y asistirte en la compra o venta de una propiedad. Contáctanos y te asesoraremos!

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Licenciado en Dirección de Empresas Consultor y Asesor Inmobiliario en Montevideo Pablo es un exitoso asesor inmobiliario con una experiencia de más de 6 años en el sector inmobiliario en Uruguay, sobre todo en Montevideo. Licenciado en Dirección de empresas egresado de la Universidad Católica del Uruguay. Formado nacional e internacionalmente como Agente Inmobiliario Profesional, con una marcada orientación comercial, combina su formación universitaria con su pasión por la venta, el servicio y por sobre todo: el Mercado Inmobiliario. Ha asesorado y asesora a propietarios (particulares y comerciales) en la promoción y venta de sus propiedades, así como otros productos inmobiliarios a nivel nacional.

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